miércoles, 16 de septiembre de 2009







Los peces y los gatos pueden ser amigos
Queridos amigos y amigas, como siempre, los saludo con mucho cariño.
Hoy les voy a contar la siguiente historia:
Un día que estaba pescando a orillas del mar, atrapé un pescado. Era como Marlín, el papá de Nemo, de color naranja con rayas negras y blancas.
A penas salió del agua me reconoció y entonces él me dijo, Gato Gómez a mí también me salió un diente, no me comas por favor, porque estoy esperando que me traigas el presente.
Y yo le dije, bueno amiguito no te comeré, tú sólo debes a la noche irte a dormir para que te traiga el presente.  Mientras tanto, como hac{ia un hermoso día de sol, nos quedamos jugando.
Ya entrada la noche el pececito me dijo, Gatito debo irme a mi anémona y quedate tranquilo que me voy a quedar tan dormido que recién abriré los ojos al otro día.
A la mañana siguiente, cuando el sol brillaba, el pececito despertó y sobre la anémona entre los tentáculos estaba su presente.
A qué no saben que era?
Era un burbuja permanente de los colores del arco iris para que ese lindo pececito se entretenga y juegue con ella todos y cada uno de sus días.
Les dejo un enorme miau miau y los espero en la próxima historia…

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