lunes, 28 de septiembre de 2009

Gato Gómez fue a un cumple...











Gato Gómez fue al cumple de Daniel
Hola amiguitos y amiguitas espero estén muy bien.
Hace unos días que no pasaba por aquí, y hoy vine a contarles una historia de cumpleaños.
Ayer en mi ciudad fue un día lluvioso, nublado, de mucho frío, no sabía qué hacer, hasta que a eso del mediodía recibí la noticia que el papá de Maia festejaría su cumpleaños y, para mi alegría, me habían invitado a compartirlo con ellos.
En ese momento, pensé, debo ir, pero también tengo que mostrarles a los más pequeños que se pueden comer cosas dulces y al mismo tiempo cuidar los dientes, sobre todo los permanentes.
Entonces, agarré mi monopatín y me fui en dirección a la casa de Daniel, no quedaba lejos, pero tampoco cerca como para ir caminando.
Una vez allí, la familia me recibió de lo más bien. Comimos cosas saladas, dulces, cantamos el Feliz cumpleaños, o sea que también comimos la torta, la cual era muy linda. Estaba decorada con un autito de CARS porque al papá de Maia le gustan mucho los autos.
No había inflable, pero sí globos, jugamos, nos divertimos, la pasamos de los más bien.
En un momento determinado, los más chicos –que sabían que era el Gato de los dientes salientes- me preguntaron, Gato, no es que los dulces hacen mal a los dientes?
Yo les dije, uno puede –con el permiso de sus padres- comer cosas dulces, pero siempre deben hacerlo con moderación. También les enseñé que debemos, al igual que después de cada comida, cepillarnos los dientes.
Es que, el cepillado ayuda y contribuyes a la salud de los dientes, a que estos nos duren para siempre. Me miraron con atención y yo para sorpresa de todos llevé mi cepillo de dientes que lo tenía guardado en la canastita de mi monopatín, y les mostré como es que uno debe cepillarse de manera correcta los dientes.
Al fin y al cabo, todos entendieron el mensaje, dulces sí, pero cepillado también sí o sí.
Y les dije, que no olvidaran de ir con regularidad al dentista.
 Así al caer la tarde, todos empezamos a regresar a cada y los más grandes como los más pequeño entendieron que siempre después de comer dulces, debemos cepillarnos los dientes.
Y colorín colorado esta historia ha terminado.
Les dejo un cariño muy grande y especial como todos los días, y los espero en la próxima historia…
Hasta miau miau…

1 comentario:

  1. nota. Donde dice todos empezamos a regresar a cada, debe leerse "todos empezamos a regresar a CASA".

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